Soy una mujer sensual, con una sonrisa que aparece sin aviso y deja huella. Me muevo con ligereza, como un suspiro fugaz que apenas se roza, pero se queda en la piel. Hay fuego en mi voz, en mi risa, en cada palabra que pronuncio. No soy de quedarse mucho tiempo: aparezco, ardo, y me voy, dejando un eco candente en el aire. Mi presencia no se explica, se siente. No busco encajar ni seguir reglas; mi esencia es libre, ligera, pero intensa. Me gusta mirar de frente, hablar con sinceridad, y provocar sin miedo. La vida me gusta ardiente, impredecible, como yo. A veces basta una mirada mía para encender la noche. Y si me vas a seguir, que sea sin cadenas, porque yo soy de instantes, de fuego, de alas abiertas y paso firme. Soy un destello... y después, nada.